jueves, 24 de febrero de 2011

Los que hemos amado (olas, hachís y vitamina C)



Dos chicos de Getxo viajan al sur de Marruecos buscando librarse del tedio a base de olas, hachís y vitamina C.
Eder es de buena familia, rico, y tiene un carácter dominante.
Sergio no sabe ni quién es su padre, y es pobre, sumiso y bastante ingenuo, aunque más valiente para las olas grandes que su amigo Eder.
Estamos en invierno del 81.
Poco antes de que salgan de viaje cargando sus tablas de surf en la baca de un cuatrolatas, hay algunas señales de mal agüero.
Una chica se lanza al mar desde lo alto de un acantilado.
Otro conocido se tira a las vías del tren. Lo que empieza como una simple historia de aventuras va complicándose hasta convertirse en una trama de engaño y codicia, mentira y traición, pero también en una peculiar historia de amor.

Escrita con un estilo muy ágil, gran dominio del diálogo y una «maestría narrativa» ya señalada por la crítica (Ramón Chao), Los que hemos amado vuelve a confirmar que Willy Uribe es un narrador potente y singular.
Cuenta sus historias desde la superficie, pero en sus libros siempre asoma el mar de fondo de una sociedad que ha aprendido a convivir con la violencia. Sus novelas se leen de un tirón, pero no se olvidan fácilmente.

Finalista del V Premio Tusquets de Novela, ganador del Premio Silverio Cañada en Gijón 2009 y Premio Farolillo de la Asociación de Libreros Vascos, Uribe ha ido construyendo un territorio muy personal en el que los personajes caminan a ciegas por la cuerda floja que separa la inocencia de la culpa.

«Una cada vez más estimulante obra creativa.»
Fernando Larraz, Tribuna de Salamanca

«Willy Uribe es uno de esos escritores que merece la pena recomendar cuando hablamos de novela negra en España.»
Le Monde diplomatique en español

Willy Uribe (Bilbao, 1965) ha publicado las novelas Nanga (leqtor), Sé que mi padre decía (El Andén), Revancha (Ámbar) y Cuadrante Las Planas (Tusquets), además de varios libros autoeditados, entre los que destacan sus textos sobre surferos: Crónicas del salitre, A vueltas con la marea y Surf stimulator. Próximamente Los libros del lince lanzará una nueva edición de Sé que mi padre decía, que será publicada este año por Rivages Noir en Francia.


Willy Uribe charlará acerca de su nueva novela con Ramiro Pinilla y Lucía Martínez Odriozola el próximo 17 de marzo a las 19.00 horas en el Aula de Cultura de Algorta (Calle Villamonte A-8, Getxo).

lunes, 14 de febrero de 2011

Yuri Herrera aterriza en Alemania



En la pasada FIL de Guadalajara un nombre se repetía sin cesar en los pasillos: el de Yuri Herrera.
El autor mexicano publica el próximo mes de marzo en Alemania su primera traducción (Abgesang des Königs) en el prestigioso sello S. Fischer.
Seguirán traducciones al italiano (La Nuova Frontiera), francés (Gallimard), holandés (Wereldbibliotheek) e inglés (Faber&Faber).
Los lectores alemanes podrán conocer al autor el próximo 20 de marzo en el Festival Internacional de Literatura Lit.Cologne en una mesa moderada por Paul Ingendaay y que compartirá con Sabina Berman y Juan Pablo Villalobos.

Su extraordinaria primera novela, Trabajos del reino, publicada por la editorial Periférica en 2008, había obtenido cinco años antes el Premio Binacional de Novela Border of Words y convirtió a Herrera en uno de los escritores latinoamericanos más prometedores.
Su segunda novela, Señales que precederán al fin del mundo, ha supuesto sin duda alguna la confirmación de aquella promesa.

Señales que precederán al fin del mundo, también publicada por la editorial Periférica, es una de las obras más singulares de entre todas las que se han escrito en español en esta década.
Y también una de las más bellas y precisas.
Como ya sucedía en su anterior novela: Trabajos del reino, Yuri Herrera no escribe «simplemente» sobre México y la frontera, sino que crea su México a través de historias y leyendas del pasado y del presente.
Y traza con exactitud el mapa de un territorio que es aún más gigantesco, hecho tanto de lo que está sobre la tierra y en lo real como de lo que está bajo ella y pertenece a lo mitológico, a las culturas precolombinas.
Quien recorre ese territorio a través de las nueve etapas de los mitos, es Makina, un personaje sin parangón en la literatura actual de tan real como parece, a pesar de vivir en un mundo que es quizá el inframundo.
Basta leer dos páginas, una, de este libro, y no hará falta más: ya no podrá escapar ningún lector de esta historia fabulosa que narra mucho más que el viaje de Marina en busca de su hermano.

«Con una temprana sabiduría que sólo se adquiere con el dolor, Yuri Herrera expone las falacias humanas, el mundo de los arrabales, las cantinas, los prostíbulos y sus lacras, la droga, las armas, la muerte...» (Elena Poniatowska, La Jornada)

«Herrera da prometedoras muestras de seguridad narrativa, escritura precisa y cuidada, fino oído para el habla grupal y una marcada voluntad poética.» (Ernesto Calabuig, El Mundo)

«Una novela que habla de un reino que es tan de este mundo que se vuelve difícil leerla tanto desde la ingenuidad como desde el escándalo. Lo único que cabe en Trabajos del reino es entender y conmoverse.» (María José Gil Bonmatí, La Razón)

«Un libro único, cautivador.» (Antonio Jiménez Morato, Público)

«Una novela dura y delicada a la vez. Herrera no renuncia a la crudeza de lo que tiene que contar, pero lo hace de una manera conmovedora.» (Antonio Bordón, La Provincia)

Yuri Herrera nació en Actopan, México, en 1970.
Estudió la Licenciatura en Ciencias Políticas en la UNAM y la Maestría en Creación Literaria en la Universidad de Texas, en El Paso.
Es candidato a Doctor en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad de California, en Berkeley, y editor de la revista literaria el perro.

sábado, 5 de febrero de 2011

El pozo y las ruinas



Seg Cabrera, fotógrafo de prensa, regresa a Buenos Aires tras resultar herido cuando cubría las manifestaciones contra el G-20 en Londres.
Cuando llega a casa, comprueba que su mundo se desmorona de repente.
Su mujer le ha dejado y no le queda más que el trabajo en el diario, y el aluvión de recuerdos que se derrumba literalmente sobre su cabeza en el apartamento vacío.
Un pasado que él había ignorado, y con el que ahora se da de bruces.
Todo lo reprimido y olvidado surge incontenible, para devolverle al pozo y allí señalarle las ruinas: de su vida, de su familia, de su ciudad, de su tierra.

Relato de la circunstancia de un personaje y al propio tiempo precisa metáfora de la historia de los países que se niegan a enfrentar su pasado, El pozo y las ruinas es un arriesgado ejercicio formal plagado de collages, entrevistas y textos que se introducen como un comentario paralelo a una historia bella y trágica.
Y, sobre todo, muchas y bellas imágenes que poseen un valor esencial, pues no por azar es fotógrafo el protagonista de la historia.
Observar, ver lo que no se ve a primera vista, es la propuesta radical de esta novela que trata justamente de la complejidad de la mirada en el ser humano.
La experimentación no es aquí un mero juego de artificio, sino una herramienta que añade dimensiones novedosas a un relato que se enfrenta a lo que no se puede o quiere mirar.
Ésta es una gran novela, una obra literaria de una enorme magnitud, y también un alegato estremecedor.

Con evidente influencia de António Lobo Antúnes y W.G.Sebald, dos de los más claros renovadores de la narrativa contemporánea en cuanto al tratamiento de la imagen y de la subjetividad se refiere, El pozo y las ruinas, esta novela-máquina se inscribe con irreverencia y holgura en la brecha argentina abierta en los sesenta por Rayuela, de Julio Cortázar, y continuada dos décadas después por La ciudad ausente, de Ricardo Piglia.

Su editor, Enrique Murillo, comenta:
«Creo que es una obra literaria de enorme magnitud, de justificada complejidad narrativa y formal, tan ambiciosa como lograda.
El pozo y las ruinas narra la historia de un fotógrafo de prensa, cuenta el desmoronamiento de su matrimonio, su dificultad para reconciliarse con un pasado reprimido.
La novela consigue, a través del relato de esa historia, construir una metáfora precisa de lo que les ocurre a los países y las sociedades que se niegan a enfrentarse con su pasado, que no son pocas.
Una escena extraordinaria que cuenta la novela en su última parte arroja luz sobre todo el resto de la historia.
Entrevemos en ella a una mujer sentada en el suelo, con las rodillas dobladas y abrazada a sus piernas...
Al igual que en la elipse que recorre la tierra en el espacio, el centro ocupa aquí una posición asimétrica y desde ese lugar, como el sol, esa luz que no se puede mirar acaba por iluminarlo todo.
Debo admitir que tuve pesadillas dos noches seguidas, perseguido por la imagen de esa mujer. No debo contar más, sería como revelar en una novela policiaca quién es el asesino.
Pero hay otros elementos que me gustaría resaltar.
En toda novela compleja se cruzan los temas y subtemas, y así ocurre en esta historia.
Esta es una novela sobre la dificultad de mirar, la complejidad esencial de la mirada en el ser humano. No es por azar que el protagonista se dedica a la fotografía.
Porque observar, ver lo que no se ve a primera vista (como aquel fotógrafo de Cortázar), es uno de esos subtemas de la novela.
Me interesó especialmente el modo en que Jimena Néspolo combina el relato con una serie de materiales en forma de collage: entrevistas y crónicas de la prensa diaria; el relato de la historia de una telenovela de éxito; el cruce de emails; y, especialmente, las numerosas fotografías que recorren las páginas del libro.
Soy poco amigo de los experimentalismos, pues suelen limitarse a ser fuegos de artificio, pura retórica.
Las novedades formales introducidas por Jimena Néspolo en esta novela, en cambio, creo que sirven para añadir nuevas dimensiones a un relato capaz de la ironía y el sarcasmo, pero que también termina siendo una seria reflexión sobre la a veces patética condición humana.»

Jimena Néspolo nació en Buenos Aires el 2 de abril de 1973.
Ha sido artesana, modista, vendedora, niñera, preceptora, profesora, bibliotecaria, periodista...
Es doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires.
Ejerce la crítica literaria en distintos medios del país y del extranjero (Quimera, Pie de Página, Tramas, Oliverio, Página/12, etc.).
Dirige Boca de Sapo, revista de arte, literatura y pensamiento.
Publicó cuatro libros de poesía —incertezas (Simurg, 1999), Papeles cautivos (Simurg, 2002), La señora Sh. (Alción, 2009), Niñas (ilustrado por Marta Vicente, AH, 2010)— y escribió otros tantos.
Ha publicado el ensayo Ejercicios de pudor. Sujeto y escritura en la narrativa de Antonio di Benedetto (AH, 2004) y, junto a su hermano Matías Néspolo, compiló La erótica del relato. Escritores de la nueva literatura argentina (AH, 2009).
Admira a las personas que viven su vida —es decir, su literatura— como si bailaran una danza hermosa en el centro de una fatal hoguera.
Y escribe, en consecuencia.